Lee mas sobre el y descubre su musica siguiendo este enlace:
http://sesiondeplasmawebzine.blogspot.com/2018/07/entrevista-victor-dagon-julio-2018.html
Hace poco, sabiendo que el es una fuente de información de confianza para uno de los temas que quería tratar en este blog, le pedí que nos hiciera una nota sobre todo eso que el va pregonando por todos los rincones y aceptó sin pensarlo. Le a llevado unos días hacer la nota, -no es para menos-, cargada de enlaces a Wikipedia y a Youtube entre otros, para corroborar que todo lo que dice esta rigurosamente plasmado en la red, -en SdP no dudábamos de eso-, y el resultado es lo que vais a ver a continuación.
Do the House Rent Parties Boogie!
H.Plasma
Reflexiones en el nuevo camino del Folk.
Por Víctor Dagon Corrección de estilo: Heidi Hinojosa
Por petición de Héctor me propuse a hacer un artículo informativo sobre música Folk, pero al investigar en internet me percaté que terminaría repitiendo lo que ya está en cualquier página, así que decidí hablar de mi experiencia personal. De el genial aprendizaje que ha sido adentrarme en el mundo Folk de mis investigaciones y las teorías que de ellas han surgido. Agrego los links informativos para complementar la información.
La
música Folk
Roots
comprende una amplia categoría que incluye Bluegrass,
Gospel,
Música
Antigua,
Jug
Bands,
Folk
de los Apalaches,
Blues,
Cajún
y Música
Nativa Americana:
todos estos estilos han formado el rock y la música moderna, para mí
las dos vertientes que más influenciaron este género son el Blues
y el Folk
de los Apalaches.
Esto es algo que en mis investigaciones fuí descubriendo, las cuáles
fueron el camino que me llevó a tocar el Banjo y a visualizar el
proyecto Folk que actualmente desarrollo: Dolores
Bell Banjo Project.
Investigando
descubrí, además de la versión oficial, la intrínseca relación
de dos tristezas, relación que se transformó en dos estilos clave
que forjaron la música folklórica,
raíz del Rock: la discriminación que sufrían los irlandeses y los
negros en la joven nación Americana, tanto así, que un batallón
disidente Irlandés, el batallón de San Patricio, en venganza por
ese maltrato de 1846 a 1848, se unió a las fuerzas Mexicanas para
hechar por tierra los planes de su nación: Estados Unidos.
La
lamentable historia de la discriminación hacia la raza negra ya es
por todos conocida, en cambio, la historia de la segregación hacia
los irlandeses nos es completamente desconocida y esa opresión sobre
las dos razas, una blanca y otra negra, a pesar de su origen distinto
se mantuvo: una muestra muy clara es la pobreza y rezago en los
Apalaches, lugar de residencia mayoritariamente Irlandesa. De igual
forma la miseria en ciudades negras. Bajo estas circunstancias y
dentro de esta exclusión se gestó el caldo de cultivo para una
explosión de creatividad como nunca hemos conocido, y, como la
tristeza es una emoción profundamente universal, terminó por
convertirse en la actualidad, en la música de las clases populares y
de todas las clases.
En
toda esta variedad de sensaciones destaca la influencia de México en
el desarrollo de este folklor: política y musicalmente, ya que Mike
Seeguer describiría alguna vez (con una bonita metáfora) su
definición de la música folclórica norteamericana "...
toda la música que cabe entre las grietas"
Es extraño como a pesar de la proximidad con su vecino del norte,
México no sea reconocido en el medio como una influencia,
simplemente por ser un país más antiguo. Por sus costumbres y el
influjo anterior de su folklor, México ya estaba más definido y con
una historia recorrida en todos sus matices: entre éstos el que nos
ocupa es el de la rebeldía.
La
influencia más notable está en el ritmo de algunas piezas,
posiblemente hermanado con las culturas negras que llegaron muy
tempranamente con su música a esta región de América: con los
Bantús en México y posteriormente con los Senegaleses en
Norteamérica.
De
los Bantús, en hermandad musical con los Andaluces y los Jarochos
(originales de Veracruz) resultó un episodio sin igual con el
Fandango,
actualmente Son
Jarocho,
que terminaría siendo como ‘el Reggaeton de la época colonial’
con sus atrevida sexualidad en letra y ritmo, que provocó la
prohibición de la corona por ser música del Diablo. Pero a pesar
de tal edicto la nostalgia de toda esa efímera etapa de libertad se
mantendría sin las frases prohibidas, pero si con la actitud, el
ritmo y la energía que le daría forma a toda la música de la
región y la personalidad Mexicana, que aún mantiene evidentes esas
raíces. Un foco cultural de esa magnitud no puede pasarse por alto.
La influencia Norteamericana es una vertiente más moderna de influjo
cultural hacia México. De los Senegaleses en Norteamérica
tendríamos el Akonting,
instrumento que sedujo a la gente blanca trabajadora, que junto con
la población negra trabajaba en las plantaciones y quienes con la
tradición occidental le darían dos cuerdas extra: un diapasón con
trastes que finalmente llevó al Akonting
a convertirse en el Banjo. Ambas partes se fundieron en esta rica
relación cultural y musical que ya no tuvo fin.
Las
Tristezas poetizadas y cantadas en todos sus matices, generalizadas
en una población compuesta en su mayoría de gente trabajadora negra
y blanca en difíciles condiciones de vida, se fusionaron con el
folklor de los cantares de grandes sucesos y las canciones de amor o
en las canciones que hablaban de crímenes como las Murder
Ballads.
En
ese mismo tono rebelde, en el norte de México se propagó esa
sonoridad a través del Corrido
y después la prolífica industrialización en América trajo consigo
la Canción
de Protesta,
posteriormente, se une a esta tradición inaugurada por las clases
obreras el modelo de actitud rebelde recurrente hasta la fecha y
conocido actualmente como Punk.
En
un inicio las nuevas tribus urbanas traían consigo una idea más
definida del progreso y el bien común. Su posición cultural se
inclinaba al cambio y mejoría de sus vidas como condición, aunque
después quedara solo el cascarón: ahora los movimientos culturales
asumen una posición y una supuesta lucha que en realidad es status
de aparador: provocar deliberadamente la diferencia en la aburrida
estandarización de la personalidad generada por el sistema y
confusamente persiguen ese fin, no la mejoría económica ni social
general como en el pasado.
De
alguna manera esta nueva modalidad de cultura estratificada de masas
es una cultura de las clases medias y acomodadas, no una cuestión de
las clases menos favorecidas y obreras, prácticamente extintas. No
por que haya dejado de existir la pobreza (al contrario ha crecido),
sino porque las clases que aún sostienen el ritmo económico se
mantienen estancadas en esta costumbre cultural de lucha retórica
que se retuerce y pierde el sentido, que ya no mira al verdadero
objetivo de mantener la continuidad del progreso económico el cual
sostiene los cambios culturales, que ya no lucha contra la injusticia
, la cual parece burlarse en las caras de todos con su avance cada
vez más profundo, oculta en el intercambio retórico de extrañas
luchas por derechos lisérgicos: el paroxismo legal de las clases
medias y acomodadas.
Antes,
la vida y la lucha eran sencillas: buscaban la media general de
justicia y paz social e incubar esta idea a las clases medias y
acomodadas. Ahora la nueva lucha busca imponer su exaltación a una
creciente masa de gente vulnerable y desahuciada, la diferencia de
contexto bajo esos términos la construyó el mundo moderno, no hay
punto de comparación entre la lucha de ayer y hoy. Entre el
bienestar y éxito de combates anteriores, bienestar real y duro que
se va diluyendo. Día a día el resultado es atroz.
Un
detalle importante es el hecho de que la cultura obrera que formo la
música moderna no tenia participación en el mass
media.
Ellos mismos eran su cultura y su medio, ellos mismos eran su mundo:
una masa completamente desconocida y autosuficiente que parecía
indomable, el artista se formaba y diseñaba dentro de estos entornos
con otra gama de valores acorde con el sentir de la masa obrera en
contraposición con la gama de valores de los hedonistas actuales. La
visión de el empresariado pervirtió los talentos: éstos fueron
paulatinamente adulados domados y convertidos en el moderno modelo
comercial cultural. Desde entonces hay una activa participación del
medio de comunicación como elector y diseñador de talentos e
influencia masiva. No hay ni un punto de comparación con el moderno
proceder cultural, si pudiera existir alguna similitud para la
comparación, diría que este ejercicio de lucha y cultura esta muy
desgastado y solo queda la burda imitación.
Hago
un pequeño paréntesis y homenaje a los chalecos amarillos de
Francia, que nos han hecho sentir y presenciar como eran esas luchas
y organización por el bien común del pasado. También como pequeña
aclaración para que no se confunda su lucha con otros movimientos
populares, como las revoluciones de color, ya que en estas se busca
de tajo cortar con un gobierno electo, en cambio en el caso de Paris
solo es mantener los derechos y el bienestar, aunque esta intrínseca
esa amenaza contra su gobierno al no ceder. Después de las
revoluciones de color no hay mejoría. Después de una lucha por los
derechos las condiciones se mantienen tendiendo a mejorar. Reitero
mis felicitaciones y reconocimiento a lo sucedido en Paris.
Pero
volvamos a ubicarnos en el surgimiento de los movimientos obreros y
sus encarnizadas luchas a través de las cuales se formó el nuevo
modelo de música folclórica y de el cantar, que además de mantener
la cohesión de la masa en lucha con sus cantos por el porvenir, con
sus cantos por el bien común y por la consecución de ese sueño,
esta ambición poetizada y comunicada vuelve optimista la expresión
de la canción, entusiasmo que se da como elemento cultural de lucha.
La misma masa en su búsqueda de la justicia ve en esta meta
optimista, el fin de sus esfuerzos y esa misma enajenación y
retroalimentación utópica les ayuda a seguir otro día más a pesar
de las profundas carencias y dificultades. Todo esto se da dentro de
un ambiente de profunda represión carencia e injusticia tanto para
los ambientes obreros Norteamericanos como los Mexicanos. Aunque
parezca que no hay relación entre ambas culturas, las luchas que
trascendieron a escala internacional e inspiraron a los movimientos
obreros del mundo y las más cruentas se dieron en México: Río
Blanco Veracruz y Cananea Sonora.
La
misma Revolución Mexicana es el resultado de esta lucha por el
derecho al trabajo y vida digna, dentro de esta desembocarían
estilos culturales que influenciarían a personalidades
norteamericanas que se atrevían a asomarse a la cultura Mexicana:
uno de ellos fue Joe Hill (o Joel Emmanuel Hägglund o Joseph
Hilström) primer gran fenómeno moderno Folk Norteamericano, quien
regresando de Tijuana en 1911 después de pelear a lado de las
fuerzas revolucionarias, comienza la composición de sus canciones,
punto fundamental para ver la influencia mutua de ambos pueblos y de
el Corrido
como estilo de la rebeldía temprana de América. Con Joe Hill
podemos apreciar la diferencia entre el artista de masas del pasado
nacido de esas luchas y sueños con el artista moderno. Con Joe Hill
podemos ver el choque con el sistema que en esos momentos parecía no
saber como manejar la situación, como manipular a alguien como él y
simplemente es suprimido. El sistema aprende lo inevitable y comienza
a negociar con posteriores cantautores que basan su carrera en lo
histriónico y no en el liderato de masas. El sistema aprende a
llevar la adulación por el camino correcto y controla con el tiempo
ese foco de ‘infección’.
Un
dato que puede confirmar que se le negó un lugar al Corrido
como la música y voz temprana de la protesta rebelde en América
(influencia en la música norteamericana que llevaría al Rock y la
música moderna) es la celebración de Guty Cárdenas por el fin de
la Monarquía Española, al componer un Corrido:
La República de España. Corrido que en su tiempo le dió la vuelta
al mundo y que posiblemente fué lo que le costó la vida. Esta
suposición esta basada en los hechos posteriores a la muerte del
compositor Yucateco en los cuales sus asesinos pasaron poco tiempo en
la cárcel y terminaron en las filas de las fuerzas pro monárquicas
Españolas:
La
sociedad trabajadora experimentó otro luto general: el fusilamiento
de Joe Hill, pérdida no sólo de un artista si no de un líder
popular.
Con
el tiempo se fueron formando nuevos artistas que conformarían y
solidificarían la tendencia del líder social, que a pesar de tales
circunstancias no lograron doblegar: Leadbelly, Woody Guthrie y Pete
Seeger. Los tiempos que se vivían evitaban enterrar la memoria del
rebelde Hill: la caída económica de 1929 reviviría la esencia
contra la injusticia en el tiempo, caldo de cultivo para esta
vertiente de artistas y los más importantes terminarían definiendo
la nueva era de la música Folk, aunque no tardarían en volver a
perseguirlos para apagar su fuego… después de la segunda guerra
mundial volvería una nueva persecución contra la música Folk
acusada injustamente de comunista. Aclaro que aunque los movimientos
de las clases populares aunque no estén dentro del capitalismo y no
busquen destruirlo sino regularlo, son tachados facilonamente con los
motes de comunista o socialista. El sistema, rebasado, utiliza su
poder para evitar ser corregido: así de sencillo.
Funeral de Joe Hill
McCarthy
se vió rodeado e incomodado con el aura política que había dejado
Roosevelt, ya que a pesar de no ser comunista y ni siquiera pensar en
ese sistema si abogaba por mejorar la vida del hombre común. Todo
esto conecta con las imparables luchas populares que crearon esta
escencia artística de la que ya hemos hablado. La persecución fue
tan amplia que hasta Alan Lomax, el productor y recopilador musical
más importante tuvo que salir de los EU. Peter Seeger fué acosado y
encarcelado por la paranoia Macarthista.
A
pesar de la increíble censura que casi apagó la flama de esta rica
tendencia musical esta terminó definiendo las actitudes, la cultura
del Rock y todas sus ramificaciones. Muy poco tiempo después estaría
naciendo entre los jóvenes esta moderna actitud que hasta la fecha
nos ocupa.
Podemos
entender que en el fenómeno cultural generado en la clase obrera (la
raíz del Folk moderno) los hombres no sólo dedicaban gran tiempo al
trabajo industrial sino aspiraban a la creatividad. En las épocas
anteriores el folklor se daba en la vida del campo, que también era
en un ambiente de trabajo, pero las inquietudes de la creatividad
eran otras: de ahí el cambio a la modernidad. Es de recalcar el
fenómeno técnico que se produjo explosivamente a principios de
siglo en los diferentes movimientos Folk, una creatividad desatada
sin precedentes, una búsqueda del sonido sin igual, que llevó al
surgimiento de nuevos sonidos y tendencias que escuchamos en la
actualidad, en ese momento con los recursos más básicos la mente
humana jugó un factor fundamental: sólo se tenían los instrumentos
de cuerda como terreno para experimentar, en Estados Unidos la
Guitarra y el Banjo son los que se llevan la rebanada más grande del
pastel en cuánto a búsquedas de sonidos y técnicas. En México
también se da este fenómeno experimental, pero tristemente se
perdió mucho debido al desinterés de las nuevas generaciones en
mantener esa inquietud de búsqueda, cayendo toda la música
folklórica en un estándar musical y técnico.
La
infinidad de técnicas para tocar y la gran búsqueda musical se
volvió homogénea gracias al mal papel de la academia que
estandarizó la manera de tocar el Blues y otros instrumentos de esa
época, el mayor daño fué en el Blues, antes de la academia, si
observamos con detenimiento cada bluesista
tenía su muy propia, rica manera de tocar la Guitarra y de afinarla,
en el Banjo se dió lo mismo, esto creó un mercado muy interesante
previo al mercado de los instrumentos eléctricos, se diseñaron
guitarras y cuerdas para soportar ciertos grados de tensión o
modificó el tamaño de las cajas, se hicieron cajas de metal o
resonadores de guitarra para generar efectos de sonido. Lo mismo
ocurrió con el banjo: desde los tamaños de la caja y el resonador
hasta el número de cuerdas, hay banjos de hasta 6 cuerdas pero
afinados acorde a la escala del banjo y no como los conocidos que se
afinan como una guitarra normal. Simplemente es riquísima esa
variedad y matiz de técnica y sonidos adquiridos sólo por afinar y
tocar de manera diferente esos instrumentos. Una completa novedad al
hecho de tocar instrumentos acústicos.
En México donde note esa existencia de
variadas afinaciones es en el requinto jarocho específicamente con
un requintista muy bueno llamado Chico Hernández.
Hago aquí un pequeño paréntesis para hablar de Roscoe Holcomb y
explicar que es lo que me llevó a este artista: mi situación
económica me llevó a estandarizar la afinación en mi banjo ya que
el hecho de cambiar de afinación continuamente rompe las cuerdas y
no son fáciles de conseguir. Mi encuentro con la guitarra se da por
la necesidad de descansar entre cierto número de canciones: ya que
la técnica que domino en el banjo es el clawhammer
(en esta búsqueda de estilos me encontré con el maravilloso estilo
de Roscoe Holcomb) que a pesar de ser bastante sencillo es
completamente duro, salvaje y se acerca mucho al sonido de un banjo
de creo que es el estilo de guitarra más cercano al sonido de este
instrumento. De ahí la influencia ha sido total desde musical hasta
siento decirlo personal. Roscoe Holcomb es de los últimos hombres
que aún conservaban intactas las características de la sociedad en
lucha, con toda su humildad pero a la vez con toda esa rebeldía,
manteniendo firmeza y resistencia contra un sistema que se negaba a
darle una mejoría a su territorio: los Apalaches (lugar de su
residencia), lugar de residencia de estos primeros blancos
discriminados que la historia oficial nos oculta. Artistas que con su
llanto y resistencia cultural se negaron a abandonar tanto su nueva
tierra como su estilo.
Aquí
los links de mi proyecto Dolores Bell
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